¿Una oportunidad perdida?. La economía colaborativa surgió, en parte, como una respuesta a la crisis desde abajo, de forma parecida a como lo hicieron las cooperativas en tiempos de la primera revolución industrial.
Creímos que sería una economía entre iguales y sin intermediarios que propiciaría formas de relacionarse y trabajar más equilibradas y justas. Pero el panorama actual dista mucho de esa primera impresión.
La economía colaborativa ha acabado dominada por unas pocas plataformas digitales que han nacido apoyadas por los grandes inversores de la vieja economía. Actúan como intermediarios globales capturando el valor que aportan los usuarios, a los que imponen unas reglas de funcionamiento orientadas a obtener el máximo beneficio para sus accionistas. El rol del usuario de estas plataformas y el del consumidor pasivo de la vieja economía no se diferencian significativamente.
Esta mal llamada economía colaborativa ha traído nuevas formas de trabajo precario y graves problemas de turistificación y gentrificación en muchos territorios. Las plataformas globales usan su enorme influencia y poder financiero para condicionar las decisiones políticas que determinarán los nuevos marcos regulatorios aún por aclarar. Aprovechando esta indefinición, imponen la narrativa de una supuesta nueva economía que no es más que otra vuelta de tuerca del sistema capitalista.
Las cooperativas de plataforma al rescate. El cooperativismo de plataforma surge como respuesta a este escenario y nos propone construir una verdadera economía colaborativa en la que los usuarios sean los propietarios de las plataformas y quienes las gobiernen. Combina lo mejor de la economía colaborativa y del viejo cooperativismo para devolver a los ciudadanos el valor que aportan y la riqueza que generan al organizarse y compartir aprovechando el alcance y las facilidades de cooperación en red que ofrece la tecnología.
RCCP: una propuesta local para activar el cambio desde ya. En commonomia queremos que TFC 2017 nos ayude a avanzar en el desarrollo de propuestas comunitarias locales que contribuyan a mejorar nuestras vidas. Por ello impulsamos la Red Canaria de Cooperativas de Plataforma (RCCP). La RCCP es una propuesta abierta en proceso de cocreación que combina un gran mercado digital formado por plataformas colaborativas cooperativas locales, el uso de la moneda complementaria NEXOS y una red de espacios (factoría cívica) y de dinamizadores/conectores. El actual prototipo está operativo y nos permite ensayar y contrastar el nuevo modelo cooperativo.
En TFC 2017 queremos testar esta propuesta. Te invitamos a participar en el proceso de cocreación y contraste. Tenemos una oportunidad inmejorable de valorar los resultados con los expertos más cualificados.